MA, MDC, LCP Daniel Antonio Gómez GómezCPC Marco Antonio Sandoval Madrigal, LCP Jorge Real Jimenez, LCPF CICA Cesar R. Arias Hinojosa y LCP Ignacio Javier Aceves Monayo
Mayo 2021
La operación de una organización, independientemente de su tamaño o sector, se guía por la estrategia, entendida como el camino para llegar al objetivo final, que está determinada por la misión, visión y valores de la empresa, definida por su órgano de gobierno e implementada por la Dirección y sus empleados.
Por lo tanto, definir, desarrollar y hacer seguimiento de la estrategia es uno de los procesos más importantes de cualquier organización, y la Auditoría Interna debe dedicar tiempo y recursos a validar que los riesgos, inherentes a estos procesos, son conocidos y están controlados.
Por lo que el trabajo de Auditoría Interna en la definición y seguimiento de la estrategia de la compañía, aportando una visión práctica sobre cómo abordar la auditoría del proceso estratégico y desempeñar el rol de aseguramiento y/o asesoramiento en los procesos en los que se desarrolla la estrategia.
Para lo anterior, es importante poner en contexto la definición y aspectos generales de la estrategia del negocio.
Definición
“La estrategia empresarial es la determinación de los objetivos a largo plazo de una empresa, así como la distribución necesaria de los recursos para alcanzar los mismos” (Alfred Chandler y Kenneth Andrews, 1962…)
“…consiste en desarrollar una amplia fórmula de cómo la empresa va a competir, cuáles deben ser sus objetivos y qué políticas serán necesarias para alcanzar tales objetivos” (Porter, 1992).
Aspectos generales de la estrategia de negocio
El desarrollo de una estrategia implica tener claro, antes que nada, cual es la misión de la compañía, los valores que guiarán sus acciones y sus objetivos:
Fases de la estrategia de la organización
Definición estratégica
Consiste en definir los objetivos estratégicos de la organización considerando su misión y valores para alcanzar su visión y el desarrollo de la estrategia de la organización.
Las principales ventajas de determinar estos objetivos es que: Ayudan a concentrar y conservar recursos valiosos y a trabajar conjuntamente de una manera más adecuada; promueven la motivación e inspiración de los trabajadores, logrando mayores niveles de compromiso y esfuerzo; facilitan el alineamiento de los intereses de los accionistas y miembros de la compañía; permiten asegurar una mejor equidad e imparcialidad en la asignación de incentivos; Ayudan a comunicar de manera transparente al entorno y mercado hacia donde se dirige la compañía.
Implantacion y ejecución de la estrategia
Para estar en condiciones de convertir los objetivos estratégicos en acciones reales, se debe desarrollar un plan estratégico que incluye los siguientes objetivos:
Estrategia corporativa
Decide el reparto de capacidades y recursos, así como la creación de valor desde las distintas partes de la compañía.
Estrategia de negocios
Se concentra en el camino que debe seguir cada unidad de negocio, de forma lineada con la estrategia corporativa marcando patrones a seguir.
Estrategias funcionales y operativas
Donde la estrategia se materializa en acciones concretas, en función de las directrices establecidas por la estrategia corporativa y de las unidades de negocio.
Se decide, detalladamente, el empleo de los recursos en las distintas áreas y se busca la eficiencia máxima en los procesos para alcanzar las metas establecidas.
Monitoreo y adaptacion de la estrategia
Para el monitoreo de la evolución de la estrategia corporativa hay que definir y aplicar un adecuado sistema de control que permita dar seguimiento a dos aspectos importantes:
El grado de consecución y desviación sobre lo esperado para los hitos temporales definidos
Validez de las hipótesis y premisas en la fase de definición de la estrategia.
El rol del auditor interno en la estrategia del negocio
El auditor interno, por su formación y experiencia en identificación de riesgos y controles, sí como por la visión global de la compañía de la que dispone, puede realizar aportaciones de un importante valor adicional a los órganos de gobierno y a la alta dirección en relación con el sistema de control de riesgos asociados al proceso de definición, implantación y supervisión de la estrategia de la organización.
Por lo tanto, podemos observar el rol del auditor interno en el proceso estratégico de negocio desde dos puntos de vista complementarios: el rol de aseguramiento y el rol de asesor de confianza y creador de valor en la estrategia.
El rol del aseguramiento del auditor interno
Auditoría interna debe conocer a fondo la estrategia de la organización y tener en cuenta los objetivos y los riesgos estratégicos en la planificación de su tarea de aseguramiento, dando respuesta a una de las preocupaciones más importantes del consejo de administración y de la alta dirección.
Según la norma 2110 del MIPPAI, “la Auditoria Interna debe evaluar y hacer recomendaciones apropiadas para mejorar los procesos de gobierno de la entidad para tomar decisiones estratégicas y operativas; supervisar el control y la gestión de los riesgos”
El rol del auditor interno como asesor de confianza
Se puede definir al auditor interno como un asesor de confianza cuando se trata de “… un profesional experto con conocimientos profundos de los sectores específicos, capaz de generar soluciones integrales para la mejora continua de los negocios que, además, está a la vanguardia de la información, la tecnología, los negocios, la economía, y que presta su ayuda para facilitar el crecimiento del negocio…”
Algunas de las actividades del asesoramiento y de revisión que se podrían aportar desde la Auditoría Interna en su rol de asesor de confianza:
¿Cómo auditar la estrategia del negocio?
En la definición de la estrategia
El alineamiento de los objetivos estratégicos de la organización con la misión, los valores y la visión de la entidad, así como verificar que los mismos sean comprensibles, medibles capaces de ser transformados en tareas concretas. Así como la correcta identificación de los riesgos estratégicos a los que está expuesta la organización.
En la implementación de la estrategia
Comprende el conjunto de actividades y tareas requeridas y planificadas con cierta temporalidad, para ponerla en marcha con el fin de alcanzar los objetivos operativos y estratégicos fijados por la organización.
El auditor interno puede proporcionar asesoramiento o aseguramiento sobre la implantación de la estrategia, comprobando, ente otros, los siguientes aspectos:
Que se haya realizado la correcta asignación de roles y responsabilidades para su adecuada implementación
La alineación de las acciones propuestas con las estrategias corporativas, de negocio y funcionales definidas.
El establecimiento de indicadores o medidas de seguimiento de diferente naturaleza que permitan tener un control objetivo sobre si dichas acciones están alcanzando los objetivos operativos y estratégicos fijados.
La fijación de incentivos o retribuciones variables si se aplica en la compañía, que contribuyan al logro de los objetivos tanto operativos como estratégicos.
En el monitoreo de la estrategia
El objetivo principal es la revisión y el seguimiento de la estrategia de negocio definida, evaluando que la misma sigue siendo válida en el transcurso del tiempo.
Teniendo siempre presente que: exista un adecuado sistema de supervisión y control que permita a la organización tener una visión constante sobre el grado de consecución de los objetivos estratégicos; la idoneidad de los roles y responsabilidades asignados en relación con el monitoreo de la estrategia; la calidad de los datos y la existencia de sistemas de información adecuados para realizar el monitoreo de la estrategia; restablecimiento de los indicadores de consecución de los objetivos operativos y estratégicos.
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